Seguramente todos tenemos en nuestras vidas días malos en las que nos preguntamos Dios ¿porque a mi? o porque a aquel que no cree en Dios le va mejor que a nosotros, sencillamente les va mejor porque aplican las leyes que Dios hizo como la Fe que es la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve, lógicamente estamos hablando de la fijación de metas como objetivos totalmente alcanzables tanto para un creyente como para el incrédulo, hablamos de leyes que se cumplen para todos por igual porque El no hace excepción de persona, pero nosotros digo los que hemos sido elegidos, debemos plantearnos que es muy seguro que tendremos palos en la rueda y que nuestro camino será entorpecido como les a pasado a todos los seguidores de Cristo, bien es sabido que el que maneja con maldad este mundo no quiere que ningún hijo de Dios prospere y testifique no solo con su palabra sino con su bienestar económico, ante todo que el amor de Dios y de nuestro Señor Jesucristo nos acompañe. Amen.
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